miércoles, 9 de noviembre de 2011

Paso.

Paso. ¿Paso de qué? De todo. No me importa nada. Sí, si que me importa pero intento fingir que no. Todo me importa, mucho y poco. Es imposible que dos contrarios se den al mismo tiempo, pero sí a mi me pasa. O, alomejor solo me importa mucho y quiero creer que me importa poco. Porque todo me afecta. Demasiado. Hasta tal punto que me perjudico a mi misma. ¿Cómo y por qué? Muy fácil, porque cuando pienso, me encierro. Y pienso porque todo me importa. Y al encerrarme  me descuido. Pero no me importa. Porque paso de todo y de nada. Por eso estoy así, y me asusto de mi misma. Así como nunca había estado. Y por eso paso. Para que nada ni nadie me preocupe. Para que nada me afecte. Para que todo se resuelva solo, o que lo resuelvan los demás. Pero... siempre se corre el riesgo de perderlo todo. Como ya me pasó varias veces y que me volverá a pasar otra vez más.

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